Las plantas, al igual que los seres humanos, necesitan nutrientes para desarrollarse completamente. El compostaje, por tanto, es una práctica natural y obligatoria para todos aquellos que tengan un huerto o jardín. Pero además, si hacemos compost casero es una práctica 100% sostenible y económica.
A lo largo de diversos posts de nuestro blog, hemos aprendido cómo iniciar un huerto ecológico, utilizar plantas como repelentes de plagas, utilizar insectos beneficiosos como las mariquitas para acabar con plagas como el pulgón, a realizar semilleros o a evitar el shock del trasplante, entre otras muchas actividades y labores fundamentales del mundo huerter.
Hoy, en Eurogarden, es el turno de conocer los beneficios que nos puede aportar hacer nuestro propio compost casero y aprender a hacerlo paso a paso. ¡Coge papel y boli, qué empezamos!
6 beneficios del compostaje
Antes de ponernos manos a la tierra es importante que sepamos la manera en la que haciendo nuestro propio compost casero, podemos contribuir al desarrollo de nuestros huertos y jardines, además de al medio ambiente. ¡Te contamos todos los beneficios de esta práctica orgánica!
- La primera y más evidente, es que nos permite reutilizar y reciclar nuestros propios residuos de una manera útil y beneficiosa para nuestras plantas en particular y el planeta y el medio ambiente en general, promoviendo la economía circular. Es, por tanto, una manera de reducir la cantidad de residuos que van a parar a los vertederos. De cada 100 kilos de residuos orgánicos, se obtienen hasta 30 kilos de abono.
- Además, previene la erosión del suelo y lo mejora. Su incorporación en este permite mejorar su estructura, reduciendo los problemas de compactación, aumentando su capacidad de retención de agua y favoreciendo el desarrollo radical. Además, contribuye al mantenimiento y desarrollo de la microflora y fauna del suelo y facilita la absorción de nutrientes.
- También, reduce el uso de fertilizantes químicos, ya que en el proceso de compostaje se produce la degradación de la materia orgánica o compost y se forma un líquido orǵanico que sirve como insecticida o fertilizante.
- El compostaje puede ser una alternativa para mejorar la calidad del aire que respiramos al evitar la quema de basura y, por tanto, el aumento de las emisiones de CO2.
- Contribuye a la continuidad del ciclo de vida y promueve la biodiversidad. El compostaje es una manera de imitar a la naturaleza. Se trata de un proceso que transforma los residuos en un abono orgánico. En esta descomposición intervienen microorganismos, bacterias e insectos que, al morir, también se convierten en materias primas para la tierra.
- Por último, aunque no por ello menos importante, hacer nuestro propio compost casero nos obliga a ser más conscientes y responsables de nuestro entorno y la naturaleza.
Aprendiendo a hacer compost casero
Ahora que ya conoces todos los beneficios de esta acción, definitivamente estás preparado para conocer todos los detalles para hacer tu propio compost casero. ¡Toma nota!
1. El primer paso es conseguir un compostador. Se trata de un recipiente que podemos comprar o construir nosotros mismos reciclando palets, cajas de madera, tiestos… Evidentemente, cuanto más grande sea, más cantidad de residuos cabrán y, por tanto, más compost casero tendremos.
2. ¿Qué residuos orgánicos sirven y cuales no sirven para realizar compost? Muchos de los residuos orgánicos de los que generamos en nuestro hogar son adecuados para la obtención de humus como pueden ser: restos de café, pan, fruta, verdura, cascaras de huevo y otros desechos de comida, también restos de poda de jardín y ramas son adecuados para la preparación de nuestro compost. Mientras que restos de pescado, carne y huesos, estiércol de mascotas, serrín o restos de maderas tratadas serian residuos a evitar en nuestro compostador
3. El siguiente paso es añadir en el compostador la materia orgánica que vayamos generando y queramos transformar en compost. A la hora de hacerlo, deberemos alternar los desechos húmedos y secos, teniendo en cuenta la proporción: por cada dos partes de desechos húmedos o verdes una de desechos secos. Debemos finalizar con una capa seca para aislar el contenido y evitar que se pudra y atraiga a los insectos. Además, es recomendable ventilar una o dos veces por semana nuestro compost.
4. Nuestro compost casero necesitará cierta humedad para formarse, por eso, debemos regarlo de vez en cuando. Sabremos que lo necesita, cuando notemos que las capas de arriba están muy secas o al removerlo las capas de abajo tengan un color grisáceo. Al regarlo es importante que la humedad penetre en las diferentes capas, aunque teniendo cuidado de no encharcar el contenedor.
5. Como ya hemos dicho, es importante remover nuestro compost para airearlo y para ver cómo va su descomposición. El proceso es largo, y tendremos que dejar pasar varios meses, entre seis y ocho, para empezar a extraer nuestro compost del fondo del contenedor. Por lógica, estarán antes listas las capas del fondo, ya que llevan más tiempo “haciéndose”. Sabremos qué está listo para ser utilizado como abono, cuando haya adquirido un color oscuro y tenga un olor agradable como a tierra del bosque. Sacaremos, por tanto, la masa que esté lista y dejaremos el resto para que acabe su transformación.
¡Una vez hayas visto los excelentes resultados del compost casero en tus plantas, seguro que repetirás! Esperamos que nos hagas partícipes del resultado, a través de nuestro perfil de Instagram, en el que también podéis hacernos llegar todas vuestras dudas. ¡Os esperamos!
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